La rosa de cobre

29 marzo 2007

Número 3, mes de Noviembre de 2007


"Tragaluz", fotografía de Natalina Rossi, acompañó el número 3 de La rosa de cobre.



Reivindicación de la Decepción

La decepción como un motor que mueve nuestras máquinas internas, las que se plasman en hojas blancas como el invierno. Se siente frío en ciertas ocasiones.
Ivo, el infinito, trabajaba de esta manera: vivir, caer, pensar, escribir, repensar, corregir. El secreto está en seguir paso a paso el proceso de Ivo, evadir uno o cambiar el orden de los mismos no puede menos que llevarnos a la locura.
Caer. No temer al golpe, a la caída, purgantes excelentes. La decepción como método.
Escribir. Luego del dolor sobreviene la intemperie: el momento preciso.
Corregir. Tarea de inevitable minucia; se trata de evocar lo sentido en el momento de la escritura. Ivo es un individuo inestable que suele no recordar. Pone un énfasis sin igual en la tarea de relectura y corrección, pues en ella se develan los secretos que oculta un poema; en cuanto a mi, debo reconocer que suelo asombrarme de la forma en que mi subconsciente se extiende para referir cuestiones tan profundas que creo, parcialmente, entender.
Un esclavo ha perdido su libertad, un lacayo rinde pleitesía a su amo. Yo soy esclavo y lacayo de mi subconsciente.
Gonzalo Córdoba



INCÓGNITA
pero entonces
descarrila la voz, sé hijo
de un deseo de otro signo:
allí donde la BELLEZA más pálida
flamea
vive también el don de la muerte,
de la pérdida pródiga.
a ver, a ver,
dicen que viene el sueño
de lo más íntimo, NO, NO, NO,
yo sólo quiero saber cómo se llama
este sonido de no estar,
urgentemente abriré las cosas
como un tajo en la carne de
un cuerpo que agoniza,
así/
el corazón descubrió que era
travesti,
todo lo es, pero entonces,
¿vos qué? ¿para cuándo?
Jorge Luis Peralta



CERTEZA
desencuentro y prisión
es este sueño.
alberga, nombre
adentro mi nombre,
sí, una vez, sí, otra vez,
no cansado, pero un tanto
perdido,
vaga así, en una tenebrosa
transparencia,
de donde va a venir
de donde va a venir
quién sabe qué designio.
Jorge Luis Peralta



Buda / Río de cenizas rosa a J.
Alquimia sobre la decepción

Justo orilla
al este del río Jordán.
Ahora está allí (en la cornisa):
De su sombra levitan llamas
y fortunas en silencio.
Al otro lado de la muralla

Juega y aguarda risueño

Mientras deshace
pétalos de Marginalia
[1].
Juan Montaño



Anatomía de la Melancolía
La tarde cae rendida
bajo una silueta grisácea.
Y triste un Deja-Vú tardío
me aleja más de ti.
Juan Montaño



Cuando la ciudad nos encuentra, huye: perdida.
En su propio paraíso.
Juan Montaño






DERROTA
Tu corazón
Sabor a frutas secas
Lenguas que acarician la memoria
y el calor…
Mi corazón
Hermanas sin dinero ni intenciones
tugurio al fondo superpoblado
y el calor…
Te lo dije
Hacía calor y no me oíste
en la espuma quedó agobiado
el matarife
(Dame un pañuelo)
Clara Luz Muñiz



Qué poco nos queda
cuando el cielo estalla
y el aire se bate, hierve, burbujea.
Qué poco al amanecer
en una vereda sucia con huellas en el rostro.
Casi nada en la piel arrugada
seca y abultada.
Y sin embargo cuánto
en una mirada en una mano.
Cuánto en dos palabras…
Cuan poco en el gesto de un sólo dedo
caprichoso
el dedo del que no tiene hambre
ni frío
ni alma.
Clara Luz Muñiz






DESCRIPCIÓN

De por ce con pe, entre e y e, y otra vez ce junto a i antes que o con su elevación para caer en ene y…el espacio en blanco del silencio.
Marcos Meloni



DESBANDE

Decepción, descripción, sumisión.
Antiguamente había un escenario,
justo en el centro del lugar,
los expectantes no conocían el placer,
no comprendían la satisfacción,
imploraban sus jaleos mientras esperaban
una nueva actuación de sus actores,
un vivo escenario de tragedias irresolubles,
un espanto de moralidad escalonada.
sus niños, más atentos a las circunstancias,
eructan de regocijo al escuchar la burla;
los comediantes altivos de farsa mayor,
convidan sumariamente un festín que avergüenza a pocos,
una sentencia de lo que no quieren ser y a la vez son.
Marcos Meloni





En aquel tiempo
para que el barrilete se elevara
sobre los campos calmos
y las nubes inquietas
fue hecho el piolín
con venas cortadas.
Por las calles lejanas
una azul bicicleta,
inflada para el caso,
con el aire agotado,
de unos pulmones resecos;
asombrada, de noche, surcaba
complacido fue del sueño el ratón;
debajo de la almohada, algo hubo para él
los dientes que entre alegría y pena
gozo y llanto uno a uno me arranqué.
En aquel tiempo…
no se podía ser mezquino;
todo fue sacrificado
a lo que había en el interior:
un niño creía yo.
Mariano Arrigoni






TURN THE LIGHTS OFF

Viernes 3 am
después de apagar el último cigarro
de la cajetilla
de la semana
y claro, después de sacarme los zapatos
y la corbata
y el moño
y el reloj,
¿Por qué será que tenemos esa manía de saber la hora?
¿Para qué?
¿Para llegar adónde?

después
de apagar las luces,
y la tele
y el pc
y los recuerdos
a oscuras
puse una a una las balas
en recuerdo de Violeta
y escuché cómo la nuez
se movía lentamente
y accioné los mecanismos
de mis manos
y apoyé el caño
entre mis labios
cerré los ojos
y esperé

tiré del gatillo
y esperé

escuché el sonido
o creí escuchar un sonido
esperé un "bang"
pero no,
esta vez decidió fallar,
claro que ya no estoy para decepciones
insistí
carajo
mierda
la puta que la parió

yo ya no estoy para decepciones
mañana mismo compro una cuerda.
Daniel Kohen



ALMOHADAS SUCIAS
En un momento como éste
una risa es más que una risa y una radio
las zapatillas sucias
símbolo de una infancia en la plaza
y en la calle…
hoy son el trabajo
y otra calle
las manos sucias símbolo de piedras y de ferrocarriles
hoy la tierra
y el sudor de una noche entera.

Quisiera que nos llenáramos de la sangre de Cristo.

Imposible explicar el silencio
que provocamos escuchándonos
Gonzalo Córdoba

"Escalera" otra fotografía de Natalina Rossi para La rosa de cobre.

L I B R O S
UNA CHICA TRISTE

Jean Rhys pertenece a esa singular estirpe de escritoras mujeres que a comienzos del siglo XX dieron un vuelco a la narrativa de la época con sus personajes torturados y sus mundos complejos y fascinantes. Hablamos de Djuna Barnes, Jane Bowles, Kate Chopin, Virginia Woolf, Dorothy Parker, Anäis Nin, Vita Sackille-West, entre otras.
Menos famosa que sus compañeras de lista, Rhys -nacida en las antillas pero residente en Inglaterra- tuvo un curioso itinerario en el mundo de las letras. Publicó cinco libros entre las décadas del 20 y el 30 y luego desapareció por completo hasta 1966, fecha en que su "precuela" de Jane Eyre de Charlotte Brontë, Ancho mar de los Sargazos, la devolvió a la primera plana del éxito y el reconocimiento literarios. Completan su bibliografía el volumen de cuentos Los tigres son más hermosos y la autobiografía inconclusa Sonríe, por favor.
Buenos días, medianoche (1939), al igual que Cuarteto (1928), Después de dejar al señor Mackenzie (1930) o Viaje en la oscuridad (1934), está protagonizada por una heroína en el límite de la tristeza. Sacha, mujer de unos cuarenta años, viaja a París, escenario de un amor de juventud que terminó trágicamente. El regreso a esa ciudad significa un reencuentro con fantasmas del ayer y una toma de conciencia de la cruda realidad del presente. De esa dolorosa confrontación entre el pasado y la actualidad, Rhys sugiere que puede surgir la esperada redención y construye minuciosamente el camino de vuelta, en una serie de "cuadros" impregnados de melancolía y de un anhelo constante por vencer los miedos y frustraciones que acosan a todo ser humano.
"Los muertos debemos tener los ojos cerrados", dice la protagonista de esta novela. Pero Rhys nos convence de que es sólo en esa oscuridad donde finalmente podemos descubrirnos a nosotros mismos.
Jorge Luis Peralta


Jean Rhys. Buenos días, medianoche. Traducción de Rolando Costa Picazo. Madrid, Javier Vergara Editor, 1976.






M Ú S I C A
DEL SILENCIO

“-El silencio enriquece la música, niños.
-Entonces interpretemos silencios.”
Un profesor; luego algún chistoso. No recuerdo el timbre ni la tesitura de su voz… tampoco su código de barras. Sin embargo, ahí están: palabras rompiendo en recuerdos.
Nadie sabe en qué lugar se esconde el mecanismo que nos hace recordar y que selecciona en nuestra mente, de un cúmulo de hechos, aquel particular que cae inesperadamente como pianos o personas. Pero en ocasiones sentimos que algo nos retrotrae, aunque no podamos identificar el motivo. De la misma forma que hay palabras que producen esa sensación de extraña tensión o calma, siempre indefinible, también hay una especie de sonido que provoca la reminiscencia, ergo el silencio (calmo o tenso, según el recuerdo). Sólo considero buena una obra de arte cuando me predispone a repetir la lectura, la visualización, la audición.
Erik Satie supo romper el silencio con melodías que harían desplomar al mismísimo Aquiles. Diez dedos que se mueven por el teclado de un piano como la miel en mi cuerpo, como lágrimas agridulces de quién sabe qué personas confluyendo en mi mente, de felicidad.
Jugar con nuestras emociones de la manera más sutil, con el dedo sobre un cuerno de marfil, con el alma que se escapa bajo las uñas. Yo sé que no hace falta la experiencia en ciertos casos; la música nos hace revivir. Y no pocas veces inventar los futuros recuerdos. Romper el silencio para hacer romper en silencio al oyente, he aquí el secreto y la síntesis de un arte que no se cansa de decir a mi oído la palabra. Y si digo palabra y oído, debe leerse catarsis y nenúfar.
Gonzalo Córdoba






C I N E
IRREVERSIBLE, DE GASPAR NOÉ

No es nuevo sentir una sensación de repulsión, de marearse ante el estímulo itinerante y circular de una cámara que no cesa su movimiento como tampoco cesa la violencia que nos revela en la pantalla.
El imperativo causa-consecuencia y la inquietud irreverente de las acciones nos van llevando rápidamente por un sendero estrecho donde sólo cabe la posibilidad de preguntarse si es posible la realidad como mera secuenciación de la retrospección inusitada de los sentidos exaltados por tanta información, desentrañada por los pudores más escondidos de nuestra existencia.
No por ingenuidad o por ignorancia, podría ser ocultado un sentido que trasvasa lo icónico o referencial a una realidad. El sentido no sólo se da a través de imágenes que funcionan retrospectivamente sino que además nos enfrentamos a una historia que siempre se repite y vuelve a comenzar, para destruirse nuevamente y desaparecer finalmente.
Soez o tendencioso podría ser la definición de que Irreversible, es una de las pocas películas donde la quietud está desairada por la falta de tapujos que exigen nuestros tabúes a la vez que extreman las posiciones, sobre las cuales se encolumnan las adhesiones como las resistencias. No obstante nadie deja de sentir una fuerte sensación de insignificancia frente a la exhortación que nos propone justo en el final, con una frase que procede a una suerte de vorágine, donde nos transmite que “el tiempo lo destruye todo”, ídem a unas de las frases inaugurales de este film, que permanecerá latente durante todo su desarrollo; es decir, el sentido no está en una imagen aislada en el interior de la película sino que se está cargando de sentido infinitamente, desde el inicio que paralelamente es su final.

Marcos Meloni


Irreversible
Ficha técnica
Dirección: Gaspar Noé.
Intérpretes: Monica Belucci, Vincent Cassel, Albert Dupontel, Philippe Nahon, Jo Prestia y Stéphane Drouot.
Guión: Gaspar Noé.
Música: Thomas Bangalter.
Duración: 95 minutos.
Francia, 2002.


Equis
¿PARA QUÉ SIRVE LA LITERATURA?

Alguien alguna vez me preguntó para qué sirve leer tanto, y por supuesto no le respondí porque creo que no tiene respuesta. Aún así, me quedó dando vueltas en la cabeza: ¿Tiene que ser útil el arte, o la literatura en este caso?
Esencialmente me parece que un buen libro ayuda a vivir, o, como reza el título de una obra de George Perec, Vida, instrucciones de uso. Hay libros que son verdaderos guías turísticos para vivir otras vidas y otras culturas, pero también se trata de un juego en serio (peligrosamente hermoso). Y entre las mil y una utilidades podríamos citar: para conseguir chicas (o eso creía), para hacer frente a largas colas burocráticas o para que no te lleven en cana (por portación de cara).
Libro y literatura son uno y no hay vuelta que darle, y los libros no están en vías de extinción, sino de extensión al otro. Yo espero el poema o la novela que intente cambiar el mundo o que influya en la vida de las personas o, al menos, para hacerte preguntas como esta: ¿Para qué sirve la literatura?
Juan Montaño


"Cada hombre debe ser útil a sus semejantes, pero se vuelve su enemigo si no hay nada en él más allá de la utilidad"
(Georges Bataille)



[1] Marginalia: notas al margen, a la manera de Poe.