La rosa de cobre

29 marzo 2007

Número 2, mes de mayo de 2006

"Despegando hacia algún lugar desconocido", obra de Diego Pérez, ilustra la tapa de nuestro número tres... el conflictivo.





REIVINDICACIÓN del Silencio.

•SILENCIO: m. Abstención de hablar. ◊ fig. Falta de ruido. ◊ mús. Pausa.
- Shhh.
- Besarión, el taller de bocinas explota cada día. Ya no tengo paz. -El personaje no puede gritar, pero conjura con azufres. Nada logra.
Un aislarse del mundo, o concebir nuevas realidades, como la de Don Juan Matus. Tocar otros seres. Hablar los lenguajes universales.
Es antinatural el ruido; hasta que alguien tuvo la nefasta idea de quebrar, como a un jarrón heredado, las pausas. Más tarde vino el tiempo, que apremia. Y aturde nuestras almas melancólicas.
Entre el primer llanto y el último estertor, se suceden mil estruendos. Entre la primer mirada y la última desilusión, se suceden mil sueños interrumpidos por EL grito.
Porque necesitamos de esta pausa, de esta abstención, de esta falta de ruido, antinatural, para enfrentarnos a la hoja en blanco y reencarnar en el intento de lo azur. Porque puedo sentir que me hago uno con lo externo.
Como a un objeto peligroso, rehuir; como a los dioses, compadecer; como a las señoras gordas, escapar: el Ruido. El Silencio: como la necesidad básica que es, causar; como a la cima de una rueda, venerar; como a las estrellas, oír.
El epigrafista prefiere la noche cruda, estoica. Quien firma prefiere los silencios voluptuosos, febriles. Febriles de fiebres extrañas como las manos que se posan sobre un oído y guardan en su concavidad el mar.
•SILENCIO: m. Necesidad básica de algunas razas. ◊ fig. Metáfora. ◊ mús. Summum.
Gonzalo Córdoba






“Las melodías que oímos
son dulces, pero las que no
oímos son más dulces aún”

JOHN KEATS



SILENCIO

Desdibujo su figura
(desde la sombra)
para dar rastro
a lo que no tiene rostro.
Garabateo estas líneas
(eso intento)
para sacarle liebres
al eco
de tu silencio.
Juan Montaño




OTROS SILENCIOS

El silencio segundos antes
o segundos después
(de escribir o leer este poema).

ANTES

“de quedar atrapado por tela-arañas”

DESPUÉS

“del choque a las torres gemelas”
Juan Montaño







Sin
prisa
como
la
mañana
en
el
cuarto
que
extiende
mi
ventana
se
encuentra
la
mansedumbre
en
constante
silencio
en
distante
mudo
sollozo
de
aquiescencia
sin
palabra
ni
modo
sin
efecto
audible
que
transforme
los
sonidos
en
ejemplos
de
silencio
abismal
Marcos Meloni






Es el , el túnel de la alfombra
purpúreo donde (ilimitada)
reside mi silla de mirar lejos
lejos mundos lejanos, (de la memoria)
los soles vespertinos, argénteos
que no sucumben, que braman al
presentir . Y su calma
enmarcando está.

Este portarretrato añejo repleto
de figuras derretidas de collage
con sus horas y días, de collage
en el terrible
fuego numérico
del tiempo.
Si pregunto: se oye

la armonía esferoidal
en su interior. O un tic, tac, tic, tac

Comprender es ser
parte de Dios
y
del hombre,
el silencio postrer.
Mariano Arrigoni





En lo más recóndito y circunspecto
de mi hondura
redonda y pequeña,
primero el quebranto,
luego, un haz de luz
que traspasa su alma
e irrumpe en su silencio
y obscura intimidad.

Si pudiera_ me dije en voz baja,
sería una hierba cualquiera con tal de ser.

Serás_ me dijo al oído,
una flor silvestre y blanquecita.

Y por un tiempo dejome reposar,
como noche turquí de calles mojadas de Otoño
y del sueño el silencio de la ciudad.
Mariela J. López




(Para leer en voz muy baja)

De piedra labrada
tu incólume forma
guardada en mi falda;
reparo en tu labio
tranquilo al reposar.

La muerte de un día
nublado en un cuadro
que nombran ventana;
recuerdo lo claro
a marino tornar.

Mi labio y tu lengua
así procuraban:
el agua en la boca,
la forma atrapada,
la letra en la aljaba.

Tu pelo vagaba
redado en mi palma

retengo el momento,
vuélvome a apagar.
Mariela J. López






“Manual Imposible” de autoflagelar

nublar y fingir.
ocultar un acorde a las siestas.
encerrarse en un baño a escribir donosos versos.
susurrar todas las estrellas al estanque con nenúfares.
preguntar cuánto debo imitar los prototipos.
oír toda la vida.
saber de las victorias en el juego de azar.
interpretar del silencio un tópico arma de doble filo.
borrar el guión de cada noche.
llorar hasta que el rostro parezca un cirio.
esperar.
Gonzalo Córdoba